Nuestro cliente contaba con múltiples soluciones de distintos proveedores para proteger sus endpoints, gestionar respaldos, administrar software y ofrecer soporte remoto a sus usuarios, lo que afectaba la seguridad informática integral.
Este entorno fragmentado generaba:
- Complejidad operativa al tener varias consolas y flujos de trabajo.
- Tiempos de respuesta lentos en recuperación de datos y resolución de incidentes.
- Costes elevados por licencias y mantenimiento de diferentes plataformas.